Diversidad biológica y botánica
En forma de introducción para los que no quieren leer mucho:
En la Montaña Palentina la diversidad vegetal es notable, ya que se encuentran desde encinares, matorrales secos y tomillares hasta bosques caducifolios húmedos, praderas de siega, pinares e incluso céspedes de tipo alpino, según varíe la altitud y la exposición. Originariamente, la mayor parte del territorio de la comarca se encontraba cubierta de bosques, salvo los grandes roquedales o las partes más altas, por encima de los 1.800 metros de altitud. Posteriormente el hombre, mediante el uso continuado del fuego y de las talas, ha reducido el bosque en muchos casos a matorrales, praderas y pastizales. Entre los bosques, localizados entre 1.000 y 1.700 metros de altitud, destacan los robledales y hayedos; junto a otros, de menor extensión pero de singular valor, como son: los pinares de pino albar, enebrales y encinares de montaña, tejedas, acebedas, avellanedas, mostellares, abedulares y tremoledas.
Hablando ya detenidamente:
Debemos tener presente que al describir un territorio es necesario no separarlo del clima, ya que clima y suelo forman un conjunto.
Por su orientación noroeste dentro del mapa peninsular y al encontrarse estas zonas montañosas en el paso por donde penetran las borrascas en la península, procedentes del Atlántico, atraviesan la Cordillera Cantábrica descargando gran cantidad de su humedad en las vertientes norte, al llegar a las estribaciones situadas al sur (Montaña Palentina) producen lluvias sensiblemente menores, por lo que sus cifras rondan entre 800 y 900 mm. Con un altitud mínima de 1000 metros y varias cumbres que superan los 2400, sus temperaturas son francamente bajas, acercándose sus valores en el mes de enero a los -5ºC y en julio superando levemente los 15ºC.
Estas condiciones climáticas, actuando sobre las calizas, han originado un suelo fértil y fresco de gran profundidad. En las zonas donde predomina las pizarras, el suelo es más pobre y menos profundo debido a la menor riqueza y dificultad de disgregación de estas.
Para entendernos y hacer el estudio más fácil hablaremos de 5 partes de la vegetación y fauna del Norte Palentino, pero no hay nada mejor como ir a verlo:
A) La vegetación de bordes de ríos, arroyos y embalses
B) La vegetación de pastizales y praderas
C) Entre escobas y brezos
D) En los frondosos bosques caducifolios
E) La vegetación en las cumbres y altos rocosos
A) La vegetación de bordes de ríos, arroyos y embalses:
En las orillas de cualquier fuente fluvial de Fuentes Carrionas abundan conformando bellos bosques los sauces, salcillos, mimbreras, fresnos, chopos, álamos, saúcos, hayas, avellanos, serbales llamados 2argamones", abedules y rosales silvestres. También destacan los quitameriendas y ortigas. Entre gran cantidad de vegetación aparecen los anfibios como la moteada salamandra, el tritón jaspeado, el sapo partero, la ranita de San Antón y el sapillo moteado. La culebra de collar, así como la viperina gustan de estos sitios húmedos. El petirrojo alegra los rincones de estos sitios. Dentro de las aguas de los ríos se aprecia la trucha, el topo de río y la rata de agua. La cigüeña común busca su alimento en los húmedos territorios cercanos a los embalses, al igual que la solitaria garza real. La nutria tiene escasísima presencia, pero en el entorno de Triollo se han localizado algunos ejemplares.
B) La vegetación de pastizales y praderas:
El tapiz de gramíneas y leguminosas q cubre la totalidad del suelo y en el que también aparece las quitameriendas, liras y lirón entre otra gran cantidad de especies. Estas superficies conocidas como prados es el sustento de las cabañas ganaderas. En ellos hay que diferenciar los prados que son "de diente" donde el ganado pasta en libertad y los prados de siega para mantener la cabaña en invierno. En los pastizales de montaña no es difícil ver al amanecer o al atardecer al corzo y al venado. también hacen uso de estos lugares el topo y el topillo campesino levantando los pastos de siega para ampliar sus galerías subterráneas y en busca de las raíces que forman su dieta. Otros roedores menores también se encuentran en estos lugares como son: la musaraña, el topillo rojo, la ratilla agreste y el ratón leonado. Por la noche se puede ver el zorro en busca de toda esta variedad de pequeños roedores.
C) Entre escobas y brezos:
Cubren las laderas de los valles y las antiguas tierras de labor. Se encuentran preferentemente en las vertientes orientales donde las da el sol y en las laderas de suelos poco profundos como son los pizarrosos. Pueden llegar a ser más altos que una persona constituidos por dos especies pero las dos denominadas vulgarmente como escobas, con las que ya secas se utilizan para fabricaban multitud de utensilios hogareños; aparte de la función importantísima de atizar los hogares al ser altamente combustibles. El endrino es uno de los arbustos que más abundan en estas montañas al igual que el brezo, utilizados en algunos lugares para separar los pastizales. El escobar es gran refugio de multitud de fauna volátil como la perdiz roja, perdiz padilla, paloma torcaz, alondra común, el herrerillo común , el mito, zorzales, mirlos, tarabillas, colirrojos, etc. También es refugio para la liebre de montaña.
D) En los frondosos bosques caducifolios:
Gran parte de las laderas del parque se encuentra densamente cerrado por el bosque, el cual esta constituido principalmente de hayas, el roble albar, el roble carbajizo. Entre estas especias se encuentran agrupadas pequeñas zonas de serbales, tilos, olmos, avellanos, acebos y abedules, en menor cantidad se pueden encontrar tejos dado su peligro de extinción.. Existen una serie de arbustillos que crecen en el hábitat como el espino blanco, endrino, malbillo, fresno, álamo temblón, rosal silvestre y el pudio. Reptante por el suelo se encuentra el arándano, muy abundante en todos los alrededores de Triollo, y la fresa silvestre, manjares estas del oso pardo. Todo este territorio sirve de refugio a las cuatro variedades de musarañas, erizos, ardillas, lirón gris y lirón careto. Varias especies de murciélagos revolotean la noche haciendo compañía a varias rapaces nocturnas: la lechuza, mochuelo y cárabo, y dando sonido al anochecer y atardecer el cuco. Otros habitantes son la gineta y el gato montés. En estos bosques también se encuentran especies superiores como el glotón, el jabalí, los corzos, venados, comadrejas, lobos y el oso pardo ( siendo el norte palentino unas de las zonas de mayor población de osos de los 70-90 ejemplares que se calculan en todo la Península Ibérica.
E) La vegetación en las cumbres y altos rocosos:
En las grandes altitudes en estas montañas se establece una rica vegetación roqueña soportando durante todo el año extremas condiciones ambientales. Tapizando las rocas podremos encontrar gran variedad de líquenes y diversas crassuláceas, tales como la uña de gato y el pampajarito. Junto a ellos las siemprevivas, el heléboro fético, la dafne, el hisopo, la clavelina, la dedalera menor, el apreciadísimo "té de monte" y la gipsófila. Aparecen algunas especies únicas como Viola palentina, Allium palentinum, Artemisia cantabrica, etc. Los matorrales que podemos observar son el enebro rastrero, el piorno serrano, la sabina rastrera, el astrágalo, el brezo blanco, el erión y el pudio. Los pastizales de puertos y laderas altas están casi exclusivamente conformados por gramíneas, mezclándose con estos céspedes la merendera montana. Todo esto es bien divisado por un gran número de rapaces entre las que destacaremos el buitre leonado, águilas culebreras, el gavilán, el azor, el aguiluchu pálido y el precioso águila real.